Trabajar desde casa tiene muchas ventajas. La mayor ventaja suele ser la de disponer de más tiempo libre o para atender otras obligaciones. Sólo con el tiempo que te ahorras de desplazamientos, puedes ganar fácilmente una hora diaria.
Pero para que realmente sea beneficioso el trabajo desde casa, hay que ser muy organizado y responsable. Corres peligro de aislarte o de volver tu vida muy sedentaria, lo cual puede afectarte a tu salud.
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Buenos hábitos para trabajar desde casa
Por ello, vamos a ver algunos consejos para ser más productivo desde casa, pero también para que se convierta en una experiencia muy positiva para nuestra vida.
Respetar descansos
Si estás solo, es fácil que se te vayan las horas sin que casi te des cuenta. Pero es importante respetar los descansos durante la jornada. Igual que si estuvieras en la oficina, para a media mañana a almorzar, así como a la hora de la comida. Entre estos descansos, también puedes parar un par de minutos cada hora a estirar las piernas.
Esto ayuda a despejar la mente y evitar la fatiga mental y ocular si están enfrente del monitor. No por tener siempre el ordenador a mano, te tienes que estar disponible a cualquier hora del día para trabajar.
Planificarse según horarios de compañeros
Hay que tener en cuenta, sobretodo si los demás también tienen teletrabajo, que cada uno puede tener horarios distintos. Unos pueden empezar su jornada más temprano y otro más tarde. Lo mismo para la hora de terminar. Así que si necesitas algo de algún compañero, intenta que sea en un horario que os venga bien a los dos.
En la oficina pasaría lo mismo, pero desde casa a veces pierdes un poco la noción de qué horario lleva cada uno, al no verlo físicamente.
Salir a la calle durante el día
Es muy importante salir todos los días de casa. Es muy tentador ponerse a trabajar nada más levantarse y pasar tus descansos en el sofá. Pero hay que hacer un esfuerzo y salir a la calle durante el día. Aunque sólo sea para dar un pequeño paseo. Tomar un poco el sol cada día nos ayuda a sintetizar la tan necesaria vitamina D, a parte de aportarnos energía.
Paseando también te puedes encontrar con gente que te haga sociabilizar un poco em el mundo real y no aislarte. Que no todo tu contacto humano sea a través de la tecnología.
Hablar con compañeros, no sólo de trabajo
Obviamente, la mayor parte de las conversaciones con los compañeros será sobre el trabajo. Pero hay que aprovechar estas conversaciones para hablar de otros temas. Aunque sólo sea un par de minutos, pero está bien preguntar cómo están o hablar de planes del fin de semana, del partido de ayer o incluso del tiempo.
Esto ayuda a conocer un poco más a las personas y crear vínculos. En persona esto sale casi sólo, pero por teléfono o chat a veces se tiende a no querer distraer a la otra persona y quitarle más tiempo del necesario. Pero un par de minutos de hablar de otros temas suelen ser más beneficiosos que el tiempo que se pierde de trabajo.
Promover quedadas o actividades
Volviendo al tema de sociabilizar, está bien de vez en cuando quedar con los compañeros. Sobretodo si estás en la misma ciudad. Ya sea para verse algún día en la oficina o para alguna comida o cena.
Compartir conocimientos o comentarios con compañeros
Cuando aprendemos algo que creemos que puede interesar a nuestros compañeros, es bueno compartirlo. A parte de ayudar a nuestros compañeros, también es una manera de recordarles que estamos aquí y pueden contar con nosotros si tienen algún problema.
Espacio para concentrarse
Sí, estamos en nuestra casa. Donde descansamos, vienen a vernos o nos divertimos. Pero hay que recordar que cuando estamos trabajando, necesitamos concentración. El espacio donde trabajamos, debe invitar a la concentración. Debes poder cerrar la puerta y trabajar sin interrupciones y con silencio.
Es importante saber separar la habitación para trabajar del resto de la casa. Tanto nosotros mismos como el resto de personas que vivan con nosotros. Suele ser más fácil distraerse en casa que en la oficina. No siempre necesitaremos estar aislados, pero durante el día habrá momentos en los que sí que lo necesitemos y debemos poder lograrlo con facilidad.
Invierte en tu espacio de trabajo
Estás en casa y puedes estar cómodo. No todo es tan rígido como en una oficina donde hay que seguir unas normas. Pero en casa no podemos trabajar de cualquier manera. Hay que invertir en una buena silla, un buen monitor, una buena mesa, buena iluminación…
Al principio puede significar una inversión importante. Pero a lo largo del tiempo, nuestro cuerpo lo agradecerá. Evitaremos dolores de espalda, de cuello, malas posturas, etc. Pasaremos muchas horas ahí y estos detalles harán que sean agradables.
Dar a conocer tus horarios en casa
El resto de personas o familiares que vivan contigo, debería conocer bien tus horarios. Así puede impedir que te interrumpan durante ese horario. O que durante tu horario vayan con más cuidado de hacer mucho ruido y molestarte.
Está claro que para cosas importante pueden contar contigo en cualquier momento. Pero para cosas menos importantes pueden esperar a que termines tu jornada.
Haz deporte
El deporte es muy importante, y más aún en una vida sedentaria. Parece que no, pero el ir hasta el coche, subir a la oficina, bajar a almorzar,… todo lo que dejas de hacer al quedarte en casa se nota.
Puedes hacer deporte antes de empezar tu jornada, al final de tu jornada, o incluso a mediodía. Te lo agradecerá tu cuerpo, pero también tu mente que estará menos estresada. Y cansarte físicamente también te ayudará a dormir mejor.
Qué bien se está en casa
En definitiva, trabajar desde casa da mucha calidad de vida, aunque hay que saber llevarlo. Mucha gente opta por no hacer teletrabajo todos los días de la semana. Es cuestión de gustos.
Pero, aunque no sea todos los días, trabajar algunos días desde casa tiene grandes beneficios para tí, pero también para la empresa que se ahorra costes y tiene a un empleado más feliz.
Y tú, ¿trabajas desde casa? ¿Piensas hacerlo? ¿Cómo ha sido tu experiencia?